La anemización es un procedimiento terapéutico y diagnóstico que consiste en la creación dirigida de una isquemia local temporal (exanguinación) de la mucosa mediante la aplicación de vasoconstrictores tópicos (fármacos vasoconstrictores).
El objetivo principal del procedimiento es reducir el flujo sanguíneo y la hinchazón de la membrana mucosa. Esto permite mejorar las condiciones para intervenciones quirúrgicas, exámenes diagnósticos o potenciar el efecto de los anestésicos locales. La anemización ha encontrado su aplicación más amplia en otorrinolaringología y odontología.
La manipulación se realiza aplicando una torunda de algodón empapada en una solución vasoconstrictora en la zona deseada de la mucosa (por ejemplo, en la cavidad nasal). El mecanismo de acción se basa en la estimulación de los receptores alfa-adrenérgicos en las paredes de las arterias pequeñas y arteriolas, lo que provoca su espasmo y una fuerte disminución del flujo sanguíneo local.
Los principales medicamentos utilizados son:
En la práctica clínica, la anemización se utiliza para lograr los siguientes objetivos:
A pesar de la aplicación tópica, es posible la absorción sistémica de vasoconstrictores, lo que puede provocar efectos secundarios (taquicardia, aumento de la presión arterial). El procedimiento está contraindicado en pacientes con hipertensión grave, tirotoxicosis y glaucoma de ángulo cerrado.
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